Hola, soy La Camita de Darwin.
Tengo 4 patas y si giro sobre mi centro,
dibujo un círculo.
Una plaza, con algunas barandillas rotas
debajo del colchón que sostiene al ser que me imagina.
Alabado sea, gracias a él existo.
Mi colchón es viejo.
Estoy pintada de color blanco y en mi piel hay arrugas oxidadas.
Sufro de las coyunturas porque Dios ha saltado
innumerables veces encima de mí con sus novias.
He estado en más de 7 habitaciones distintas,
mis historias son muchas y el que me imagina no ha sido
nunca mi único dueño, aunque sólo a él le debo ya no ser
un recuerdo sin vida.
Me queda poco más de un mes viviendo aquí y disfruto cada día
como si fuera un milagro, pues ya no me quedan muchos.
Estoy agradecida de haber servido para tanto, amo a todos
los seres que serví velando por sus sueños y sus horas de descanso,
gracias infinitas por confiar en mí.
Siempre estaré en sus mentes.
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